Kanban es un método visual para controlar la producción y que forma parte de just in time. Creado en Japón haciendo referencia a tarjetas visuales en un sistema de señales, que se va utilizando a través de la cadena de producción, desde la demanda del cliente hasta que se llega a las materias primas. Se controla lo que se produce, en qué cantidad y cuándo. Su propósito es asegurar que sólo se produzca lo que el cliente está pidiendo y nada más.
El objetivo principal es que los materiales y el inventario de productos semi-terminados fluyan a través del proceso, desde el cliente hasta los proveedores. Para aplicarlo de manera adecuada se necesita un tablero de tareas que sea visible para todos los miembros del equipo, con el que podamos mejorar el trabajo, asumir los objetivos propuestos y llevar un ritmo sostenible en el tiempo.
En esta metodología existen una serie de fases de producción, en donde se realiza la división del trabajo en diferentes partes, colocando cada tarjeta en el tablero para posteriormente añadir la información necesaria y sea visualizada por el equipo de trabajo, describiendo la tarea a realizar y cualquier tipo de observación. Así cada departamento pueda tener claro las prioridades y los objetivos planteados.
Como parte de la fase de producción Kanban se encuentran:
Stop starting, Start Finishing (Deja de comenzar, Comienza a terminar).
- Consiste en priorizar cada una de las tareas frente a las nuevas que puedan surgir en el proceso. Este es el lema principal de la metodología y permite tres grandes beneficios: priorizar las actividades diarias, realizar informes precisos y la supervisión del trabajo en equipo.
Control del flujo de trabajo.
- En esta fase puedes mezclar diferentes proyectos y tarea, en la cual los colaboradores mantienen un flujo constante del trabajo y realizando a su vez un seguimiento del mismo.
Si lo observamos desde un punto de vista empresarial, el flujo ideal es el de una sola pieza fabricada (one piece flow) según las necesidades, aunque no siempre es posible con muchos procesos sin necesidad de rediseños o inversiones significativas. (Por ejemplo, encender un horno industrial para una sola pieza, supondría un gasto enorme para la empresa).
Tradicionalmente, los procesos de producción se programan, las materias primas se ordenan y se fabrican para crear un stock basado en un pronóstico de lo que se espera que el cliente pida.
Los principios de la metodología Kanban se denominan ágiles y se aplican correctamente en función de cada estructura en la cual es conformada la empresa. Sin embargo, se ha resaltado en su proceso las principales características que diferencian a Kanban del resto:
- Visualización de todas las tareas en el tablero.
- Proceso de un sistema de mejora para el desarrollo de un proyecto basado en los objetivos propuestos.
- Priorización según la importancia de cada trabajo a realizar, es decir, no se premia la rapidez de terminar un proceso, sino la calidad con que se finaliza la tarea.
- El seguimiento del tiempo se realiza en función de las necesidades, debiendo tener la capacidad de dar respuestas efectivas a tareas imprevistas.
A través de su efectividad, también podemos evidenciar las ventajas que la metodología conlleva al aplicarlas correctamente en cualquier empresa:
- Transparencia en los procesos donde todo el equipo tiene el conocimiento de la tarea a realizar y el momento de su ciclo.
- Se evita las tareas ineficientes y la sobreproducción.
- Mantiene un control de las tareas con una producción acelerada, reduciendo el control del esfuerzo y mejorando la planificación.
- Mayor flexibilidad para una capacidad de respuesta a tareas imprevistas.
Realizando cada uno de los procesos que te permite la metodología Kanban implementar en tu empresa, conseguirás exitosos resultados y avanzar a un siguiente nivel, donde podemos observar mejoras en los procesos, realizar contundentes informes, flexibilidad en el trabajo en equipo y una visión completa de los objetivos a perseguir.