Lo más común es que cada trabajador realice el mismo trabajo a su manera, por lo tanto, cada uno termina trabajando con una metodología distinta para obtener el mismo resultado. Algo normal en el fondo, ya que las personas somos distintas. Sin embargo, al aplicar la estandarización, lo que se busca, es que todos y cada uno de los operarios trabajen de la misma manera, para un mismo proceso de producción.
La metodología del trabajo estandarizado, a la vez que optimiza los procesos ya instaurados, sirve de base para encontrar nuevas mejoras. Cada mejora se incorpora a la metodología, lo que se traduce en esfuerzos continuos para incrementar los rendimientos. Para lograr resultados óptimos en estos procesos debemos instaurar en las empresas cuatro tipos de estándares que nos permiten tener un mayor desempeño en cada una de las funciones:
- Estándares de cantidad: consisten en evaluar la cantidad de producción y el almacenamiento de los productos que pueden generar las empresas.
- Estándares de calidad: este paso te ayudará a verificar la calidad de la materia prima para la producción del producto, de esta manera brindaremos un mayor valor del trabajo realizado al cliente.
- Estándares de tiempo: minimizar los tiempos siempre nos ahorrarán los costos y obtendremos mayor productividad, es importante estar conscientes del tiempo que llevara la producción y cantidad del producto.
- Estándares de costos: están asociados al valor de cada producto y los costos que generan en ventas y producción.
Al evaluar todo el proceso de la producción de nuestro producto aplicando correctamente los distintos estándares, podemos hablar de numerables beneficios que aportarán organización, estabilidad, y valor propio a la empresa y sus colaboradores para mencionar como las más importantes: la agilización y acortamiento de los procesos, mejoras en cuanto los productos y servicios, mejoras en atención al cliente, mayor adaptabilidad en los cambios del entorno, impulso de la cultura empresarial, mayor liberación en procesos gerenciales, y facilidad de la gestión y la resolución de problemas en una fase inicial.
Es importante comprender que al implantar estas normas no supone burocratizar el sistema, se deben ejecutar procesos de mejoramiento con base en lo que se necesita, o bien, como en el caso de Toyota, desestabilizar al sistema a propósito para llevarlo a un nuevo nivel.
¡Siempre va a existir la posibilidad de mejorar!